Aprendí que la memoria no borra, esconde. Aprendí que el tiempo no
cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a no ser vulnerable cuando
dejaste de llamar. Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio. Aprendí
a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la
cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de
que no valió la pena. Aprendí a reir cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí
que no termina, que cambia de forma. Aprendí que se puede amar
eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre
pierdo. Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una
carrera. Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse
cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí qe los amores eternos
pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse
grandes desconocidos. Aprendí que el amor no tiene la fuerza que
imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad,
que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que el para siempre,
siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo
también se gana.
cierra, pero ayuda a sanar. Aprendí a no ser vulnerable cuando
dejaste de llamar. Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio. Aprendí
a pedir perdón cuando me di cuenta del error. Aprendí a levantar la
cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de
que no valió la pena. Aprendí a reir cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena. Aprendí
que no termina, que cambia de forma. Aprendí que se puede amar
eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre
pierdo. Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una
carrera. Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse
cuenta de que siempre es lo mismo. Aprendí qe los amores eternos
pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse
grandes desconocidos. Aprendí que el amor no tiene la fuerza que
imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad,
que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que el para siempre,
siempre termina. Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo
también se gana.